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Déficit calórico

Claves para perder grasa sin perder músculo (ni salud)

Fit By Naza

11/7/20254 min read

woman in white bikini standing on beach during daytime
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¿Qué es un déficit calórico y por qué es útil?

Un déficit calórico sucede cuando consumes menos calorías de las que tu cuerpo gasta (tu mantenimiento). Esta situación obliga al organismo a utilizar reservas de energía —principalmente grasa corporal— para cubrir ese desequilibrio.

Para mujeres activas entrenando fuerza, cardio o movilidad, el déficit puede ser una herramienta para lograr una composición corporal más definida, reducir grasa visceral, mejorar salud metabólica y sentirse con mayor energía. Pero: el reto está en hacerlo sin comprometer músculo, densidad ósea o equilibrio hormonal.

Evidencia clave para preservar músculo y salud mientras reduces grasa

Ejercicio (sobre todo fuerza) + déficit = mejor resultado

Un estudio con mujeres adultas mostró que un déficit de ~500 kcal/día combinado con 90 min de ejercicio moderado-viguroso semanal logró reducir peso y grasa corporal, y atenuó la pérdida de masa muscular versus solo déficit dietético. PMC
Otra revisión sistemática indica que añadir ejercicio ayuda a preservar la masa libre de grasa (fat-free mass) en programas de restricción energética, especialmente en mujeres de mediana edad o mayores. CNIB

Tamaño del déficit importa

Un déficit excesivo puede acelerar la pérdida de músculo, reducir el metabolismo y provocar desequilibrios hormonales. Por ejemplo, en un estudio con mujeres con déficit severo (~-1000 kcal/día), aunque la masa grasa se redujo, la tasa de pérdida fue menor de la prevista y hubo adaptaciones metabólicas. PubMed
Por tanto, un déficit moderado es más sostenible y seguro.

Proteína adecuada + entrenamiento de fuerza = músculo protegidoLa literatura apoya que en déficit calórico es esencial mantener una alta ingesta de proteína y estímulos de fuerza para preservar masa muscular. Aunque los estudios específicos en mujeres son aún escasos, los principios aplican: proteína repartida, entreno de fuerza continuo, volumen/trabajo suficiente.

Cómo aplicar un déficit calórico saludable en tu día a día

1. Estima tu mantenimiento

Empieza por calcular tu ingesta aproximada de mantenimiento (puede ser mediante fórmula, app, cálculo del gasto, etc.). Luego planifica un déficit moderado: por ejemplo, -200 a -400 kcal/día sobre mantenimiento, adaptado a tu nivel de actividad, composición corporal y fase de vida (pre‐menopausia, menopausia, etc.).

2. Prioriza el entrenamiento de fuerza

  • Realiza 2-4 sesiones de fuerza por semana que impliquen grandes grupos musculares (pierna, espalda, pecho, core).

  • Mantén la intensidad y el volumen adecuados: no reducir drásticamente el entrenamiento solo porque estás en déficit.

  • Puedes complementar con cardio ligero/moderado, pero no como único estímulo.

3. Macros y nutrientes clave

  • Proteína: apúntate a ~1,6-2,2 g/kg de peso corporal por día (o incluso más si tu entrenamiento es muy intenso).

  • Carbohidratos y grasas: aseguran energía para entrenar, recuperación, función hormonal y salud general. No los elimines.

  • Alimentos reales, densos nutricionalmente: verduras, frutas, legumbres, carnes magras, pescados, lácteos (o alternativas si eres intolerante), grasas saludables.

4. Control de ritmo y mantenimiento de músculo

  • Objetivo de pérdida de peso: unas ~0,5-1 % del peso corporal/semana puede ser razonable (depende de tu grasa corporal inicial).

  • Si la pérdida es muy rápida (>1-1,5 %/semana) → mayor riesgo de perder músculo. Menos acelerado = mejor para músculo y salud.

  • Considera “pausas” en el déficit: periodos de mantenimiento de 1-2 semanas tras 6-8 semanas de déficit pueden ayudar a recuperar metabolismo y ánimo.

5. Salud hormonal y recuperación

  • Dormir lo suficiente (7-9h), gestionar el estrés, asegurar una buena recuperación entre entrenamientos.

  • En mujeres de 30-65 años, factores hormonales (ciclo menstrual, anticonceptivos, peri/menopausia) pueden afectar el metabolismo, apetito y recuperación: ajusta según seas tú.

  • No conviertas el déficit en restricción crónica: puede provocar disrupción menstrual, bajada de densidad ósea, fatiga crónica.

Errores comunes que conviene evitar
  • Definición “exprés”: pensar que más rápido es mejor → mayor pérdida de masa muscular, más rebote.

  • Reducir demasiado la proteína o eliminar fuentes importantes de energía: músculos desprotegidos.

  • Entrenar solo cardio y dejar de lado la fuerza: riesgo de perder músculo y volumen funcional.

  • Ignorar señales del cuerpo: fatiga acumulada, pausas en menstruación, bajada de rendimiento, irritabilidad.

  • No ajustar según fase hormonal: por ejemplo, en menopausia podrías necesitar un ritmo aún más moderado y mayor atención a proteína y fuerza.

3 aprendizajes prácticos para ti
  1. Haz del déficit un aliado, no un castigo. Un déficit bien diseñado (moderado, progresivo, acompañado de fuerza) te permitirá perder grasa sin perder lo que te importa: músculo, energía, salud.

  2. Entrena para mantener — y mejorar — tu músculo. Tu cuerpo necesita estímulo; no uses el déficit como excusa para bajar intensidad.

  3. Sé paciente y constante. La pérdida de grasa sostenible lleva tiempo. Recuerda que “menos rápido” no es “menos bueno”: es más seguro y más eficaz en el largo plazo.

Perder grasa no debería significar perder energía, fuerza o salud. Sin embargo, muchas mujeres que inician una fase de “definición” acaban sintiéndose agotadas, con menos tono muscular o incluso con desequilibrios hormonales.
El objetivo no es simplemente comer menos, sino comer mejor y con estrategia. En este artículo te explico, desde la evidencia científica y la experiencia práctica, cómo aplicar un déficit calórico que te ayude a reducir grasa sin poner en riesgo tu masa muscular, tu metabolismo ni tu bienestar.

🌸 Conclusión

Un déficit calórico, bien gestionado, puede ser una herramienta poderosa para mujeres activas de 30 a 65 años que buscan perder grasa corporal sin sacrificar músculo ni salud. Pero para que funcione, debe apoyarse en entrenamiento de fuerza, ingesta proteica alta, un déficit moderado, buena recuperación y atención a tu etapa de vida (hormonas, menopausia, etc.). Si lo haces así, estarás construyendo una silueta más fuerte, funcional, saludable… y sostenible.

Bibliografía destacada
  • Wu, X., Zhang, C., Liang, Z., et al. (2024). Exercise combined with a low-calorie diet improves body composition, attenuates muscle mass loss, and regulates appetite in adult women with high body fat percentage but normal BMI. Sports, 12(4), 91. https://doi.org/10.3390/sports12040091. PMC

  • Halliday, T., et al. (2016). Lean mass sparing in resistance-trained athletes during caloric restriction: the role of resistance training volume. Macronutrient & body composition review. (Available from leanffmi.com). leanffmi.com

  • Araujo, C. G. S. (2007). Doesn’t apply — skipped ⋯

  • Anderson, S., & et al. (2024). Comparing caloric restriction regimens for effective weight management in adults: a systematic review and network meta-analysis. International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity. https://doi.org/10.1186/s12966-024-01657-9. BioMed Central